Si escandaloso fué el intento de construcción de 2600 viviendas junto al Río Guadiana, un lugar de interés ecológico, en un pueblo que entonces tenía 600 habitantes, es decir una ratio de mas de 4 viviendas por habitante en la época de los pelotazos urbanísticos. Escándalo es el de un expediente de desafectación de campos comunales por parte de la actual Delegada de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía en Huelva y alcaldesa de El Granado.
Expediente al que no se ha podido acceder. En un campo cuyo origen es vecinal y no patrimonial de el Ayuntamiento de El Granado. Donado por la Duquesa de Béjar a los vecinos, no al Ayuntamiento.
Estamos ante un caso que tiene mas de memoria histórica que de otra cosa, fué por los años 50 que los vecinos de El Granado vieron como se intentaba repoblar todo su campo comunal de eucaliptos, lo que hubiese conllevado su desaparición.
Un verdadero escándalo que nos retrotrae a los años mas oscuros y sombríos de nuestra historia reciente.
España quiere saber, pues estamos ante un bién histórico español, que ha conformado la frontera con Portugal, que oscuros intereses están detrás de este intento de rapiña de un campo que pertenece a los vecinos de El Granado.
El empecinamiento de la actual delegada de Fomento y Vivienda con esta desafectación es para que la administración autonómica, estatal y judicial tomen nota y comiencen a investigar uno por uno los intereses que hay detrás de esto.
Querer regalar 42 millones de euros/año, que es lo que valen estos terrenos, por un supuesto interés general no especificado, es para que las autoridades económicas comiencen una investigación exhaustiva. Que, quién, como, por qué, cuando.
Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, como defensora de lo público debe ponerse a la tarea en la defensa de este bién comunal.
Como también Pedro Sánchez, presidente del gobierno de España y todos los grupos políticos españoles y andaluces en la defensa de este bién histórico español y comunal.
El escándalo está servido.